martes, mayo 09, 2006

Daniel Pajarillos.

Estábamos en 3ro medio con mi amigo Antonio, nuestro 2do 3ro medio, cuando decidimos ir a un bar y tomarnos un par de cervezas, era casi el fin del año, y nos sentamos en un típico bar de estos de viejos, nos pedimos dos cervezas y hablamos de muchas cosas, cada vez la conversación se volvía más ilegible y nos comprendíamos menos, pero un momento marco nuestra conversación, ósea mas bien oímos de otra mesa algo que nos quedo dando vuelta la cabeza por años, dos tipos cada uno con una copa de ron en la mano brindaban de la siguiente manera:
"Brindemos compañero por el gran Daniel, por nuestro maestro", "por quien Nos cambio nuestra forma de vivir y así nuestra vida, salud por don Daniel" le respondía uno al otro.

A ese bar seguimos acudiendo periódicamente a ver si lográbamos averiguar algo de este gran maestro, nos tratábamos de ubicar siempre cerca de estos parroquianos para descifrar aquel secreto. Poco a poco éramos parte de la clientela del local, llegando a tener aquel beneficio de pedir al lápiz, cosa que al final de mes nos tenia angustiados consiguiendo el dineral para la farra mensual. Aquellos parroquianos nos hablaban de sus vidas, de sus muchas mujeres, pero no de don Daniel, de lo bien que veían la vida, de como la disfrutaban, de que todo tiempo pasado fue mejor, pero nada de este guru. Para los cuatro, nosotros dos y nuestros hígados, las cosas se nos ponían cuesta arriba, nada mas de la investigación, cansados de beber y de conversar, decidimos dejar hasta ahí no mas todo y olvidarnos de don Daniel.

Grande fue mi asombro al encontrarme con un antiguo profesor de literatura y este como por casualidad me nombra a un grande de la filosofía sudamericana, me dice "don Daniel pajarillos un maestro del buen vivir", a mí cuando nombra a este casi me da un infarto, le hice una pregunta tras otra sobre este Daniel, pero a mi profesor y amigo Baldomero no le quedo mas que negar todo, y solamente accedió a darme la dirección de una librería donde podría encontrar material de este maestro, me dijo que no le comentara a nadie de lo acontecido, y que mantuviera todo en secreto, que pronto me llamarían, pero que debería tener todo estudiado sobre don Daniel. Luego de dejar en aquel bar a Baldomero, lo primero que hice fue citar a Antonio en la librería que me había dicho el profe, Arturo Prats 201, una vez que nos encontramos ahí, yo con una especie de mariposeo en la guata, decidimos ir a tomar café. Fue en ese café del centro donde yo le conté de las nuevas noticias, Antonio asombrado me dijo, "camilo tú eres la clave en este juego", es así, de esta manera y como estaban tirados los dados yo era quien podría averiguar la verdad sobre este Daniel. Decidimos que yo fuera solo a la librería y así las cosas serian más fáciles.

Una vez en la librería se me acerca un tipo y me dice lo siguiente: "don camilo lo estábamos esperando desde hace mas de 8 años, pase por acá" me indica un pasillo que lleva a una sala gigantesca, como de reuniones, en la cual habían afiches sobre este Daniel, una foto gigante con su cara, era un tipo canoso, barbon, delgado y completamente vestido de blanco (era como en todos lados te ilustran a dios), el tipo me dice que me espera y me regala una enciclopedia, unos libros sobre la vida, una Biblia y un montón de cosas mas. El tipo me da las gracias y me dice que espere tranquilo, se despide dejándome en la puerta. Si no es por Antonio no se como hubiera llegado a casa con tanto peso. Una vez en casa los dos nos pusimos a leer y a estudiar todo este material entregado gentilmente por la gente, la verdad es que yo me sentía una persona muy importante, jamás nunca en mi vida me habían tratado así y más encima sin conocerme, ni en las entrevistas de colegio (esas en cuando el director por primera y ultima vez te trata por tu nombre y te promete las mil maravillas sobre su colegio) me había sentido así. Los libros hablaban sobre este Daniel, como si hablaran de Jesús, un hombre que no se había equivocado jamás, que había dejado su vida para así trabajar por la paz en medio de la guerrilla colombiana, un tipo que había nacido pobre, que estudio, se capacito y todo para ser el hombre mas millonario de Colombia (y uno de los mas ricos del mundo, todo sin el narcotráfico por supuesto) y después dejar todo eso por la paz colombiana. Este tipo mas que un hombre era un santo.

Ya habían pasado 2 semanas desde que me entregaron todos estos libros, y la verdad ya me sabia de memoria la vida y obra de Daniel pajarillos, y en verdad era grandiosa, me había aprendido de memoria la historia colombiana y latinoamericana, además de la Biblia. En tan solo 2 semanas me había convertido en un tipo erudito, dispuesto a entrar a esta gran logia del maestro Daniel pajarillos, solo faltaba que me llamasen.

Recuerdo ese miércoles 28 de febrero como si fuera ayer, era el día del cumpleaños de Antonio, y a la vez se cumplían tres semanas desde que me habían pasado los libros, fui a comprar el diario al quiosco de siempre, y el diario venia con la portada nada mas, y por dentro un mapa y un mensaje en el que me invitaban a ser parte de la filosofía de don Daniel, a partir de ese día a las 20:00 en un sucucho, fuera de Santiago, una ruta en cuyo mapa venia descrita. Me complico la vida, llame a Antonio y le conté, lo que no entendía era porque no me harían una prueba como habían dicho, porque sabían que yo ya sabia?, Y además le pedí disculpa a mi amigo por no poder asistir a su cumpleaños, este comprendió y a la vez me felicito por esta supuesta nueva vida.
Llegue a la cita 5 minutos antes, con una estampa impecable, queriendo demostrar que era confiable, todos ya habían llegado, cada uno de ellos usaban nombres distintos, de poetas y escritores muertos, Borges, huidobro, de rocka, cervantes, socrates, etc. Me bautizaron no antes de preguntarme cuál seria mi nombre, les respondí que Bukowski, ante las miradas atónitas y risotadas de los camaradas, me iniciaron para luego continuar con la junta, hablamos de que manera podíamos intervenir en el gobierno para así lograr que la filosofía de nuestro guru inundara los salones de la casa de gobierno, y así tener un país mas justo y una sarta de tonteras mas. Esta reunión se me hacia eterna y todos estos poetas muertos eran aburridos, por lo demás todos estos individuos eran parte de esta intelectualidad hermética chilena, que nunca le han ganado a nadie y no dejaban que nadie se metiera con ellos, por eso era doblemente extraño que yo estuviera metido en ese sucucho hablando sobre este tal Daniel. Al final de la reunión el tipo que las oficiaba de maestro de ceremonia se acerco hacia mí y me felicita por mi participación (cosa extraña porque no hable en toda la reunión, de echo me quede dormido), y como con un poco de envidia me entrego un sobre en cuyo interior habían unos pasajes y una carta de don Daniel. En la misiva don Daniel me invitaba a Colombia porque a el le encantaría conocerme, puesto que ha sabido mucho sobre mí y de mis andanzas y una sarta de mentiras, bueno dije yo a caballo regalado no se le miran los dientes, los pasajes eran para el día siguiente, así que a Antonio no le alcancé a contar nada, decidí mandarle un mail desde Colombia para no preocuparlo y ponerlo al día de esta seudo logia. Me desperté muy temprano ese jueves y partí al aeropuerto con mis cosas en un taxi, raro para mí fue que el taxi me dejara en Valparaíso y no en el aeropuerto, como se darán cuenta me que de dormido en ese trayecto, una vez en el puerto me encuentro con Antonio y su tío escritor, quien me cuenta que todo lo acontecido en lo ultimo 8 años había partido como una jugarreta de parte de su tío hacia sus colegas escritores chilenos, pero la cosa se le había escapado, que Daniel pajarillos nunca había existido, que el era el dueño de aquella librería, que estaba demasiado viejo para desenmascarar esta mentira. Antonio por su parte sabia de este secreto desde hace un par de años, pero prefirió guardar silencio para no decepcionarme. Después de dos días en que no sonreí ni con el mejor chiste del mundo, bebimos unas buenas cervezas y acepte las disculpas. Estuvimos en Valparaíso 1 semana para después volver a Santiago como el maestro de ceremonia de la cofradía, los pobres todavía no se dan cuenta del fraude pero lo pasan bien, se ríen y se creen los mejores escritores del mundo.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

NO SE , DIGO YO , ESTE DANIEL PAJARILLOS NO DERA PARIENTE DE CARLITOS, POR LO MENOS EN ALGUN BAR SE DEBEN HABER ENCONTRADO.
FELICITACIONES IO

Plinn dijo...

Yo no sé en realidad a que puede llevar esto... me parece que el tema de Daniel Pajarillos va más allá de lo que se pueda concluir... yo experimenté una situación similar, sin embargo cambiaría la tosca y obtusa escena borachesca de un bar por la mezquita de unas cuadras más arriba.
Fue en mi periodo de espiritualidad, en que una mujer bastante sensual tras un manto que cubría su rostro, me llamó lejos de aquel campo espiritual. Está de más decir los aspectos que acaloraron nuestras juntas, por lo demás puedo confesar que el amor musulmán es duro pero inconmensurable. Fue en su cuarto, desnudo, amando por primera vez, que descubrí la tonta manía de hacer de sus jarrones, cajones llenos de ropa interior, e incluso cocina, horno electrico y demáses, una especie de clandestina biblioteca... La curiosidad me llevó a descubrir aquellos textos, de un tal Daniel Pajarillos, que plasmaban los deseos, ilusiones e ideales que tantas noches se soñaban desde un lugar a otro, en mi alma inerte y en la esperanza de un mundo que nunca habité. Pues bien, está demás decir cuanto alboroto provocó Pajarillos; y debo confesar que visité más de un bar en búsqueda de borrachines que adoctrinar, les dije siempre: ¡brinden por Daniel! digan ¡salud por don Daniel!...
La experiencia dolorosa de saberse no apto para conformar la elite, la envidia misma de nunca haber recibido yo ningún sobre, el cansancio de perseguir por mi cuenta a un monolito inexistente, e incluso crear a mi favor las condiciones ambientales para que la fantasía sí pudiera teñirse de concreto, me llevaron a enloquecer, a perder el norte, a dejar de comer...
Pues bien, luego de encontrarme bajo este texto impresionante, tengo que reconocer que las tardes de ira, esperanza, sueños e ilusiones fueron en vano... incluso, puedo decir que en mis años de amistad con el buen Correa, jamás logré sacarle ni una sola palabra... es más, solo llenaba los vasos y viajábamos hacia la inconciencia, y es ahí donde comprendí, que sin decir nada, el buen Correa me regaló lo mejor de Pajarillos...
Hace una semana volví a verla, tras su manto sensual, muy cerca del bar y de la mezquita, ella emprendió un desprecio y marchó raudo, no sé donde... A pesar de todo, hoy, comienzo mi viaje descalzo hacia Colombia, en Busca del Daniel Pajarillos, y anque todos los antecedentes se unan en mi contra, yo me sigo creyendo escritor, y es eso creo, creo seguir siendo, o ser alguna vez poeta...

Gracias ante todo a Camilongis, porque a raíz de esto emprendo mi viaje, descalzo, porque creo ante todo en que algún día veré al Daniel Pajarillos...