dificultad

Que difícil es quererte,

Si no entiendo bien el querer,

Que difícil que es el recordarte,

Si fueron tan pocos los momentos,

Oye pero que peluo es conquistarte,

Si te escondes con tu palidez en el fondo blanco,

Que difícil es encontrarte,

Si te haces la tonta o la lesa,

Me aburrí mañana será otro día....

Anhelo

Idiota fui en enamorarme y pensar en que todo sería más simple,
Si en mi vida nada ha sido muy simple,
Jaja si hasta salir del colegio me costo,
Y pensé que llevarte a mi cama sería más fácil,
Soy un puto iluso, que me complico la vida solo,
Ciertas veces pienso que piensas en mi,
Incluso que me recuerdas,
Puras ilusiones, puros inventos,
Si tan solo mi cabeza fuera más realista,
Y tan solo pensara en el wisky o la cerveza como mayor anhelo....

Amor Mercenario

Todas las noches abrazarte en los sueños,
Y despertar sin tu pálido cuerpo a mi lado,
Pensar que en lo nuestro no hay nada más que distancia,
Amar un anhelo, un deseo o una imagen ficcionada,
Me hace arrancar de mi trinchera y buscar una caricia,
Un beso que me haga olvidar ese hielo que congela las almas,
Ahhhh, un café con piernas, un lupanar o la hetaira en la calle con su cartera,
Son todas formas del amor mercenario,
pero tan necesarias para luchar contra tu lejanía,
Si ya ni me cyber conversas.

TODOS SOMOS VETERANOS DE GUERRA

Desde siempre luchamos por algo,
Por jugar un ratito más, la lucha de poder entre hermanos,
La lucha por el amor, lucha por trabajar y sobrevivir,
La lucha de nuestros ideales,
Nuestro cuerpo lucha a diario por defenderse de las enfermedades,
Si compañeros todos somos VETERANOS DE GUERRA,
ASÍ QUE NO SE SIENTAN MENOS Y EXIJAN LAS MISMAS GARANTIAS QUE UN MILITAR EN RETIRO.

Batalla contra la amigalitis

Desperté sin poder hablar nuevamente con amigdalitis,

Ese despertar duro tan solo dos minutos y continúe durmiendo,

Y durmiendo así durante 48 horas con la tele prendida contandome de derrames de petroleos, primer ministros ingleses, rallys deserticos y el fin del mundo,

Las amígdalas rebalsadas en pus y un desorden en la pieza que había roto hasta el más precario de los equilibrios,

Así llego la fiebre, escalofríos y antibióticos proporcionados por la doctrina,

Cada gota de sudor que expelía mi piel era indicio de que algún anticuerpo daba la vida en la batalla contra esos virus o bacterias de Satán,

Con fe en mis anticuerpos lograba dormir a ratos, olvidando las 48 horas sin comer y de muy poco líquido bebido producto de esta demoniaca enfermedad.

Siendo las 10 de las noches del sábado recibí una señal del lugar de los hechos que la batalla la estábamos ganando,

Decidí pedir una pizza para celebrar y saciar el hambre acumulada, debí pedir ayuda ya que mi voz no era entendida por las telefonistas del mercado,

Una vez saciada el hambre y sintiéndome mucho mejor, pensé que como buen sábado alcanzaba a tomar por lo menos un huiscacho,

Fue cuando estaba elaborando el plan de carrete que comencé a sudar nuevamente y recordé que quizás había ganado una batalla pero no la guerra.