lunes, mayo 29, 2006

Consumeme

Anoche acompañe al supermercado a camilo y a su editor, y el par de pelafustanes querían tomar clavo oxidado, gente como esta que se cree intelectual y ganan dos pesos y ya se sienten ricos, los giles no sabían ni como se preparaba un clavo oxidado, ahí salí yo para enseñarles:
-Wiscky, Drambui, hielo, y clavo de olor - sentencie
-Cómo va a llevar clavo de olor? -dijeron a coro en tono burlesco
-el clavo de olor lo pago yo -dije serio, y camine hacia el pasillo de los condimentos. No pasaron 10 minutos cuando note que los pasillos se juntaban unos a otros y el supermercado se transformaba en un laberinto de productos sin lograr encontrar la salida, pasaban los segundos y las filas eran cada vez más estrechas, las personas que tenían el carro lleno salían antes del súper laberinto, en cambio aquellos que tan solo iban por un producto los pasillos los acorralaban, como el león acorrala a su presa, perdiendo opción de salir y obligándolo a sacar un nuevo producto para así poder tener la posibilidad de respirar. Cuando me di cuenta de aquello corrí hacia los electrodomésticos tome un televisor en mis manos de estos nuevos, plasma creo que se llaman, el mas caro, y fue ahí cuando delante de mí aparece una alfombra roja, dos mujeres hermosas y un sirviente el cual me ofrecía un trago. al momento de llegar a la caja y notar que no traía suficiente efectivo, la mujer de la caja se transforma en un monstruo, y me pregunto:
-Tarjeta de crédito señor?
-no uso plástico, solo efectivo -respondí, ante lo cual sentí que mi cuerpo lo aspiraba el supermercado, saque fuerzas de lo mas intimo de mi ser y salí corriendo. Logre arrancar de esa pesadilla, pero llevo 2 días encerrado en mi espejo con miedo de que se vuelva a repetir una situación similar.

1 comentario:

Aloysius dijo...

Rompe tu hechizo Carlitos, haz trizas ese espejo en el que te refugias, vive la vida y no temas, siempre un clavo saca a otro clavo