En el momento que cerró la puerta por fuera,
Comencé a beber alcohol a destajos,Pensando que en alguna de esas botellas encontraría el alzhéimer,El Alzheimer, olvido, la amnesia, el no recordarte más por la mierda.
Y así a emborracharme sin siquiera pensarlo, cual deportista entrena su cuerpo,
Emborracharme sin medida ni clemencia (como reza el bolero)
Suplicándole al de arriba (al piloto del avión que pasaba) que te trajera a mi lado,
Olvidando que en realidad quería olvidarte y alejarte para siempre de mí y mis pensamientos,
Ahhhh mis pensamientos, en algún momento fueron míos, pero desde que apareciste creo que te pertenecen mucho más que a mí.
Qué manera de no sentir pertenencias cuando pienso en ti, ni esos pensamientos, ni estas líneas ni nada me pertenece.
Teniendo claro que ya nada me pertenecía, tan solo el licor bebido y lo bailado quizás, seguí bebiendo como un condenado.
Así me desperté acostado con una hetaira distinta día a día, pensando que en su sexo negociado, ahí sí que estaría el olvido.
Pero nuevamente cada caricia recibida me recordaba tu pálido ser, no es que tu también pertenezcas a tan noble gremio, pero no había forma de sacarte de mi cada vez un neuronal cerebro.
Así pasaron los pocos días y me dio esta mierda que me tiene en cama, tuberculosis me dicen mis amigos, yo les insisto que eso ya no existe. Así en cama yo, no sé ni cuantos días pasan, ni si a medida que pasan los días será un día más desde la última vez que la vi o un día menos para volver a verle.
En fin así estoy como me ve, destruido, en cama, ebrio y recordando como siempre un pasado mejor.
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