estaba en el paradero cuando una mujer increíble paso por la vereda de enfrente
era una negra maravillosa, diosa de ébano
entro en el restorante de enfrente y pensé "esa mujer debe conocer mi cama"
la seguí y me senté en la mesa al lado de ella mirándola a loss ojos
pedí una cerveza,
"que feo que come esta mujer" pensé
pero esa tarde no importaba eso
cuando termino su grosería, pague su cuenta
se acerco y me beso, luego se sentó a mi lado
las cosas pasaron rápido y recorrí su cuerpo por completo, luego se quedo dormida
mientras yo le cambio cinta a mi underwood con las manos negras de sudar tintes,
soló le pido a dios que mi pálido amor no se entere de estas manos y almas negras.
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