Asalto en Providencia

Esa noche no pudo dormir bien, sabía que su actuar le costaría más de un problema tarde o temprano, pero le llego el momento de asumir sus decisiones.

Cuando entro en el comedor y vio las 4 armas sobre la mesa, comprendió que ese no era su lugar, pero la imagen de claudia en su cabeza lo hizo entender que debía seguir adelante. Francisco había salido del colegio técnico como contador y desde hace dos años trabajaba en un banco. Desde siempre había vivido en la población Exequiel Gonzáles Cortes, ahí había compartido con sus primos y sus mejores amigos las necesidades de las familias que nacen segregadas.

En la mesa estaba el Jhonny, primo de francisco, el chico tuerto y el chancho, dos amigos de la infancia y que por ende habían compartido casi todo desde niños. Francisco tuvo la suerte de terminar el colegio, conseguir trabajo y dejar de deambular por las calles de la población, alejándose del “choreo” y la drogadicción que frecuentan todos sus amigos y familiares.

Francisco se sentó en la mesa y realizo un pequeño dibujo, a modo de mapa, del banco que estaba en la esquina de salvador y Providencia, las puertas, las cajas y donde debían atacar. Explico sudando de lo importante que era llegar a las 10 am a realizar un deposito en la caja 3, y de lo importante de que fuera el chico tuerto el que depositara esa cantidad. Que a las 10 am, era preciso que el Jhonny y el chancho agarraran al guardia en la puerta y así el asalto resultaría tal como llevaban meses esperando. Nadie dudo en ese momento de las ideas de francisco y así brindaron con cerveza por el éxito del atraco que llevarían a cabo al día siguiente.

Llego el día esperado, y a las 10 am entró a depositar a la caja tres el Jhonny, en el papel de deposito decía “esto es un asalto”, y la compañera de francisco apretó el botón de seguridad y así en menos de 10 segundos gente que estaba dentro del banco saco armas anunciando con un solo grito “policiaaa!!!”, en ese momento el Jhonny desenfundo el arma, pero la policía fue más rápido y lo redujeron en cosa de segundos con un certero balazo en la pierna.

-no Jhonny noooo-Francisco le pedía disculpa llorando de su caja a la vez que le gritaba- era el chico tuerto quien debía salir muerto, el debe pagarme lo que le hizo a claudia, y la sangre se paga por sangre

-tu sabis que fue un accidente- le gritaba mientras se afirmaba la pierna- tu sabis que ella no estaba ni ahí con vos.

El chancho y el chico tuerto fueron apresados afuera sin necesidad de usar la violencia y el asalto del banco fue registrado en móviles en vivo y en directo para la mayoría de los matinales de la televisión chilena.

Al llegar a la noche a la población Francisco entro lo más rápido posible a su casa, el sabía perfectamente que los “sapos” pagaban con sangre las traiciones, y su caso no sería distinto. A la media noche se sintió un disparo en la casa de francisco, un solo disparo que en la población no llamaba la atención de nadie. Al día siguiente la policía encontró el cuerpo de francisco tendido en la cama, la almohada llena de sangre y pólvora, una pistola y una foto de Claudia sobre el cubrecama.