martes, noviembre 18, 2008

Una llamada

Tic-tac, tic- tac, tic-tac; suena el reloj en la noche más calurosa de santiago. Son las dos de la mañana y no logro pegar ojo. Agarro cualquier libro y le echo una mirada a las primeras páginas, pero no hay nada interesante, más bien para mi no hay nada interesante la noche de un lunes. Desde que era un niño siempre odie los lunes, porque es el día en que comienza la tediosa rutina diaria de la semana, es el fin de la fiesta y comienzo del aburrido quehacer diario. Los perros allá afuera ladran haciendo que la noche sea aun mas larga, el reloj no lo quiero ni mirar. De pronto ahora son los basureros los que hacen notar su deambular y arduo trabajo callejero, mientras el común de los santiaguinos dormimos esta demasiada abrigada ciudad. Son las 4 y decido cerrar los ojos, pienso en la masturbación como una forma de inducir el sueño, pero lo mejor es entregarse al sueño.

Riiiing riiinggggg!!!!!; suena el teléfono, parece que no hubiera pasado nada desde las 4 AM, pero si han pasado 3 horas, quien llamara a esta hora?... me levanto y tomo el teléfono:
-Hola muy buenos días el señor Carlitos Carvajal- al otro lado de la línea me habla una voz sensual como pocas, ese acento que siempre me ha vuelto loco, de que país será? Me pregunto
-Sabe que en este momento no se encuentra, quien lo llama?- Contesto con voz ronca, pensando que esta llamada cambiaria mi vida. Realmente estaba equivocada, Carlitos Carvajal no era más que una invención en mi mente, en mis cuentos. Pero llevaba años sin escribir de el, pero el en forma de agradecimiento me estaba regalando una llamada sensual.- Si quiere lo llama Mañana.
-Oiga usted, para mi es de suma importancia hablar con el, dígame cuando lo puedo encontrar?- En esos momentos sentí que mi corazón palpitaba más rápido, que era un comienzo de semana más feliz que de costumbre y que por fin cupido me había flechado.
-Señorita yo creo que mañana a esta misma hora encontrara a Carlitos, perdóneme si es mucha imprudencia, cual es su nombre?- Pregunte con voz temerosa.
-Omara Trujillo para servirle, hasta luego.- corto dejando un Tu-Tu-Tu, que no lo note hasta después de 20 minutos de tener el teléfono en las manos.

Beeep beeeep!!!!; Sonó el claxon del auto que freno de golpe cuando hice parar el autobús que me llevaba a mi trabajo. Pero a esa hora el ruido no me molestaba, sentía como si mis pies caminaran sobre las nubes y así el mundo me sonreía en esta calurosa mañana de enero. Me apee en pedro de valdivia con irarrazabal y camine hasta la zapatería. Era un día distinto para mí, de ahí en más todos los sonidos serian alegres y mágicos. La ciudad funcionaba como todos los días, pero la verdad es que para mi no era un día cualquiera, era el día en que Omara me había despertado y era capaz de reírme sin motivo aparente.

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