jueves, abril 10, 2008

sueño sovietico

Era mi tercer vodka junto a la moskovita aquella, una prostituta rubia que había conocido hace un par de días en Moscú. Afuera del bar nevaba, en mi vida había sufrido tanto frió. Con aquella mujer no tenia nada en común, más allá que la falta de amor. La bese y pase las manos por toda su humanidad, mientras las bailarinas se agachan y mueven las piernas al viejo estilo soviet, yo sentado en mi lugar pensando en el amor, en aquel entupido amor, buscando aquel amor en aquella mujer que no sabe nada de mi, más que mis labios, en aquella que no me entiende más que en la cama. Yo pensaba que esto era matrimonio, que la había conquistado a puro besos y sexos, amor y cariño quizás. Después de 2 vodkas más me levante y mis piernas gruesas me jugaron una mala pasada, bese el piso como el mejor borracho, me levante en una gran maniobra (pensé yo dentro de mi borrachez) y le dije “i love you”, y ella en un perfecto español me respondió “eres un decrepito". Hasta es momento llegaron mis sueños de matriuskas, vodkas, moscovitas y amores eslavos. Cada día que pasa veo la plaza rusa más lejos.

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