Mi cerebro y yo

dichosos los ojos que te ven- le dije un tanto coqueto y a la vez nervioso.
hubiera preferido que tus ojos nunca se hubieran fijado en mi- reprocho la muchacha como sabiendo que esta atracción iba a ser un problema.

La muchacha era distinta a cualquier mujer que conocí antes, era especial, hermosa, lo que siempre busque, y jamas había encontrado. Bebimos un par de cervezas, nos besamos, tuvimos sexo y nunca más volví a verla. al día siguiente estaba siendo ingresado al hospital psiquiatrico de avenida la paz por multiples alucinaciones.

Estuve con la mujer más hermosa que he conocido, pero nadie la vio, nadie la olio, nadie la toco, nadie la percibió, solo yo. a esto los doctores le llamaron alucinación producto de la gran cantidad de estupefacientes que ingreso a mi cuerpo. Terapias de electroshock para que diga que me mejore y que todo fue una alucinación, cuando fue el momento más sublime de mi corta existencia, y si como dicen estos tipos de cotonas blancas que todo fue creado por mi cerebro e imaginación, lo juro por dios que me caso mañana con mi imaginación.