viernes, agosto 08, 2008

Casi la mató!!!

-habrase visto mujer tan bella!!, bonitos ojos, un cuerpo elegante, no chabacanos como los que se ven en la tele- me conversaba yo mismo esa noche antes de acostarme, no es que estuviera loco, era una costumbre antes de dormir repasar lo que me había sucedido en el día y lo que quería que me sucediera al día siguiente- tiene estilo para reírse, para conversar, es una verdadera diva!!!

En esos momento no estaba loco ni obsesionado, pero estaba comenzando mi locura de verdad, me había enloquecido por aquella mujer, de ahí en adelante me propuse que fuese mía. Pero no lo fue nunca, en lugar de ser mi mujer fue mi amiga, mi confesora, mi socia. Me invente reiterados amoríos o flirteos, para no pensar en ella. Pero al momento que se me paraba enfrente: babeaba hipnotizado, felizmente triste, odiando su amistad y amando lo imposible. Así paso el tiempo hasta que me propuse matarla (perdón si voy rápido, pero no quiero aburrirlos, y por mas detalles me descompenso, si apenas quiero recordar a esta altura, encerrado en un frió manicomio, si de esos antiguos, donde los locos son los doctores y los cuerdos los pacientes, uff que paciencia que tenemos!!!), si la verdad de las cosas no podía soportar esa pseudo amistad que teníamos, si de verdad yo la miraba con otros ojos, si no era mía no seria de nadie.

Recuerdo aquella vez que la espere a la salida de su universidad, ahí en diagonal oriente, con un auto arrendado esperando que cruzara la calle para así arrollarla y poder llorar por su muerte y no llorar y sufrir por no tenerla a mi lado. Cuando salio atropelle a dos de sus amigas y lo bueno es que no me reconoció, me di a la fuga y espere a mi siguiente oportunidad.

Que no hice por matar a esa mujer, pero no lo logre por cosas que el de arriba maneja o simplemente por cobardía, al momento de apretar el gatillo no me imaginaba como seria una mañana sin ella. De que manera vería el sol al medio día si ella no estaría para verlo, de que serviría la luna si todas mis noches estarían oscuras.

Así es como caí en esto que dicen los médicos “depresión severa” (que saben los médicos de deprimirse, que saben estos tipos de comillas si en su vida han visto a puros impacientes por arreglar lo que no se puede) y acá viene entrando ella nuevamente a verme, como una gran amiga.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno!!!, me gustó mucho... grande!

Anónimo dijo...

pero ke weon mas sicopata ajajaja, ta ieeen....te dejo otro saludo...dejan pensando estas cosas ah?! te cuidas mucha suerte besosss