viernes, agosto 17, 2007

adioses

Lo más fácil era estar enamorado, pensar en ella todo el día, soñar con ella, hablarle ella y conjugar todos los verbos con ella... de un tiempo a esta parte sus hermosos ojos ya no me alumbran, fue difícil enterarse.... pero la vida se me ha echo difícil sin ella, cuando digo sin ella no quiere decir que hayamos estado juntos, pero ya no me interesa como antes. Ella era preciosa y yo un desastre, quizás por eso no resulto nada mas allá que en mis sueños (cuando recuerdo aquellos sueños las lagrimas brotan de mis ojos, que sueños maravillosos que compartí con ella...), pero en mi vida ya no hay un ella y yo, debo comenzar todo de nuevo... pero vamos por parte todo desamor parte por una desilusión porque hasta hace 1 mes yo me pensaba correspondido, quizás fue solamente mi percepción pero algo fue, las cosas de pronto se pusieron mal a criticar mi desastre de personas y decidí olvidarla, porque a veces me quiero tanto que no soporto que nadie me critique aunque este (esta en este caso) se encuentre del lado de la verdad, si decidí olvidarla pero no podía, hasta que de pronto me entere que estaba saliendo con un pelotudo... me puse a tomar como yo solo se tomar, me encerré en mi pieza a escuchar tango y a tomar vino, fueron una, dos y tres botellas de un noble vino tinto, al otro día seguí tomando y así pasaron dos semanas y cuando estaba bien borracho me iba de visita a una casa de niñas (es feo y despectivo la palabra puta), de pronto me empezó a vender amor siempre la misma niña y cuando pensé con la cabeza ya estaba enamorándome de ella. Por dios estaba rompiendo una de las reglas de la vida, eche marcha atrás y aquí estoy acordándome de coquetear y tratando conquistar a alguna oveja guasha

1 comentario:

Plinn dijo...

el amor le lleva olvido...

en dos sentidos:

olvido de que eres (existes) y no precisamente un pelotudo...

olvido cuando te dejan, dejas o dejamos juntos (ja) [aunque le duela a uno o no, o más o menos o menos o más]

pero siempre hay algo, atrás (y no allá), que sale mal

y nuevamente estás esperando el momento, el instante de cómo soñar... de cómo sacar de tu pecho el arpon de una ballena que no eras tú...

en fin, me cago en el amor
aunque, creo,
le amo