martes, septiembre 26, 2006

adios 24 bienvenidos 25!!!!

Hace prácticamente un año tomaba para olvidar a aquella mujer traicionera con seis semanas (una canción de los van van) como música de fondo, una y otra vez esperando que las lagrimas brotaran de mis ojos, así también nació este blog, como terapia quizás, escribiendo de la salsa y el ron, las crisis morales, y ahora escribo cuentos y me ficciono, pero sin duda los 24 fueron unos bonitos días, ahora los despido y dejo estos 71 post atrás y pienso en los nuevos que vendrán, en uno que le quiero dedicar a los que alguna vez estuvieron con nosotros (dedicárselo a mi abuela marta), a los que vienen y las ilusiones que uno tiene en los buenos tiempos.....

Bueno pero los cumpleaños son para celebrarlos, para brindar y para compartir con los que uno quiere, falta poco para el mío, pero quiero que llegue luego y compartir todo ese cariño con ustedes (amigos, familiares, pinches, desconocidos, etc.) y ojala este 2 de octubre se hiciera eterno, pero bueno como no lo será desde el 27 celebrare mi cumple, así que atentos a este blog que acá estarán las alternativas de mi celebración pero les cuento como primicia que el sábado almorzare y me tomare mas de algún chicha con pipeño en "el pipeño" (http://www.pikadas.blogspot.com) bueno nos vemos.

lo siento por la alegría

miércoles, septiembre 20, 2006

Manden curriculum!!!

Esto comienza producto de la fiesta de matrimonio de mi amigo peyeyo y la necesidad de encontrar pareja para asistir a magno evento, un amigo me dijo "invita a una chiquilla que te guste, y quien sabe si terminan en algo", el problema es que a aquella chiquilla se la trago la tierra hace algún tiempo y todo resulto mal, pero fue para mejor. Desde que aquella mujer desapareció de mi vida, ya no confió mucho en el amor, pero me gustaría volver a enamorarme. La mayoría de ustedes me conoce y saben bien como soy yo, y a mas de alguno de ustedes se les debe haber pasado por la mente "esa chica es para el", bueno muchachos y muchachas este es el momento de hacer llegar curriculum vitae con foto, o presentar en persona a la candidata para una entrevista personal y quizás se termina esta soledad y vuelvo a confiar en el amor. saben bien donde vivo, donde trabajo, y algunos hasta conocen mis teléfonos, así que comenzó el concurso.....

domingo, septiembre 10, 2006

viva chiwi mierda!!!!

Planteémonos a chiwi como una nación fundada en el subconsciente de los chilenos el año 1810. Chiwi es la nación paralela a Chile, en chiwi ocurren todas las cosas contrarias a las que ocurren Chile. Por ejemplo en chiwi por primera vez en su historia hay un presidente hombre, se acaba de aprobar una ley de tabaco en la cual se le obliga a fumar a todo habitante de su nación. Chiwi es un país lleno de logros deportivos, chiwi tiene todo lo que nosotros los chilenos quisiéramos. Dicen los metafísicos en chiwi que cuando una mariposa revolotea sus alas en chantiago acá en Santiago llueve y se inunda. Al momento de su fundación los próceres pronunciaron las siguientes palabras:
“Chiwi existe acá en el subconsciente de los independentistas chilenos, es ahí donde tiene forma y sentido una nación mas justa y menos vulnerable a las atrocidades producidas por las ansias de poder de sus lideres. Declaro a chiwi libre de la esclavitud, así también libre de cualquier prejuicio, discriminación o parecido. Todos los chiwenos somos libres de nuestros actos y a la vez responsables de estos para así formar una patria mas justa y responsable de nuestro futuro, viva chiwi mierda!!!”

jueves, septiembre 07, 2006

El dieciocho de septiembre es una fecha muy importante para nuestro país, pero sobre todas las cosas es sinónimo de carrete, de hueveo, de relajo y es en esas fechas en que no importan los colores políticos, los equipos de fútbol y dejamos afuera los prejuicios para así todos juntos celebrar el aniversario de nuestro chile querido. En toda mi vida he celebrado de diversas maneras nuestras fiestas pero hay tres en especial que me marcaron la vida:

La primera fue hace unos 5 años atrás que el fin de semana anterior al 18 me puse empinar el codo tal temucano, fue tanto lo que le puse al etílico y de tantos colores fueron que me intoxique y el fin de semana del dieciocho vi las fiestas desde mi cama, enfermo de la guata sin poder comer ni tomar nada para celebrar magno evento.

La segunda historia es de hace un par de años que el día 16 iba manejando por santiago arriba de la pelota y a un paco se le ocurrió pararme, por que a mi? Y no al auto siguiente, me tomo el alcohotest y pa la capacha, así que ese año el 18 lo pase encanao, en la capitán yavar preso con los curaos y los papitos corazón. Para los que no la conocen queda justo al frente del parque o`higgins y se escucha todo lo que pasa ahí, desde el hueveo de las fondas hasta los aviones de la parada militar. Para ser sincero igual eche la talla, pero es mucho mejor un dieciocho afuera.

La tercera y ultima forma de pasar el dieciocho fue hace 1 año con todos lo cabros, de casa en casa, en las noches pa la fondas, y las mañanas con sus buenas chelas pa despertar y espabilar, la ultima noche me fume un pito frente a una camisería haciendo salud con los pacos. Ese año dormí como dos horas diarias y es cuando mejor la pase. En fin en estas fiestas donde uno valla y con quien este tiene que ponerle las ganas de vacilar, de lo contrario o se me enferman o se van encanao…

lunes, septiembre 04, 2006

Viajando desde rari ruka

Desde muy pequeño siempre visite rari ruka, una localidad ubicada en el corazón de los andes araucanos, un pequeño poblado que pasadas las penurias de los inviernos gélidos, sobrevivía de la pequeña agricultura gracias a aquella diminuta semilla llamada trigo. En rari Ruka no se sabía mucho del ruido de los motores, hacia muy poco tiempo que había llegado la luz eléctrica. En todas las granjas o chacras podíamos ver además del trigo, las gallinas, patos, gansos, ovejas, perros y una que otra vaca, además de unos pocos niños, producto del envejecimiento de la población, ya que la juventud solía emigrar a las urbes cercanas o a lugares un poco menos apartados. El pueblo contaba de dos calles de tierra(una de las cuales daba al rió Cautín), una línea ferroviaria por la cual corría una locomotora y vagones de carga, una posta o hospital (abierta 1 vez semanalmente), 1 escuela básica y un pequeño almacén hostería bar (donde los campesinos después de una extensa jornada de trabajo se tomaban mas de un vaso de vino tinto para relajarse), la población no pasaba de las 200 personas. Para llegar al pueblo existían dos opciones, la primera era a través del bus rural que pasaba dos veces a la semana y se llenaba de lugareños, animales, niños, mercadería, etc. Y la segunda opción era particularmente, auto, de las cuales la primera era la más factible, ya que el camino era muy difícil, de tierra, y si es que uno se equivocaba no se daba cuenta hasta 2 horas de viaje aproximadamente.Pasaron largos años para que volviera a pisar rari ruka, fue en unas vacaciones en que quería olvidarme del mundo y quizás recordar esas andanzas de pequeño, recordar aromas olvidados y más que alguna travesura dejada en el pasado. Volvía a ese lugar que me había hecho feliz por dos semanas anualmente(en mi vida no recuerdo felicidades más extensas que aquellas de las vacaciones en mi niñez), pero feliz al cabo. Era el momento de ver que tan cambiado estaba este poblado y que tan cambiado estaba yo para este desafió, esta vez decidí ir en bus para hacer un viaje mas autentico y desde un principio entablar amistades con los lugareños. Llegue hasta cura cautín, la ciudad más cercana de Rari ruka, para desde ahí tomar aquel bus rural. Una vez en el bus rural y luego de 12 horas de viaje desde santiago, me vi parado entre gallinas, un par de señoras con sus guaguas y uno que otro borrachito quienes serian mis compañeros de viaje hacia la nostalgia. Converse con una señora llamada luisa que me ofreció arrendarme una pieza por unos pocos pesos y que además me incluía el desayuno, pero cuyo único inconveniente era que para la ducha había que calentar agua y bañarse al estilo de los príncipes feudales. Sin pensarlo dos veces ya tenia un lugar donde dormir, así que de ahí en mas el viaje seria con una preocupación menos.

Una vez en rari ruka deje mis cosas en la casa de la Sra. Luisa para da un breve paseo por el pueblo, este estaba muy parecido a mis recuerdos, era como esos lugares donde el tiempo no pasa o más bien en donde la modernidad no quiere pasar manteniendo así sus tradiciones y sus construcciones iguales. Llegue a la hostería para tomar un buen desayuno, la señora que atiende esta hostería es Emilia, una mujer de unos 50 años entrada en canas, 3 dientes figuraban en su sonrisa, y con los kilos de más que tienen las mujeres en el sur. La Sra. Emilia me contó que este pueblo se había formado después de la reforma agraria, que habían dos personas en el pueblo que llegaban a los 70 años, ya que los demás habían muerto producto de accidentes vinculados al alcohol. Que la mayor parte de las mujeres que han trabajado apatronadas fueron madres a los 16 o 17 años, producto de una tradición del campo llamada “la primera monta”, esta se trataba de que el dueño del fundo donde trabajara una mujer tenia el derecho de desvirgar a esta, y así degustar de toda la “carne” de su hacienda. La señora Emilia tuvo la suerte de vivir en la ciudad su infancia, y así ser un poquito más letrada que el resto de la población, dice que se enamoro de un campesino de la zona y que con los pocos pesos que le dejo su padre (un marino mercante) se compraron un terreno en rari ruka y poco a poco fueron habilitando la hostería que para ella hoy es como los hijos que nunca tuvieron, acá se relacionaba con la gente del pueblo, los pocos turistas y además se sentía muy querida por los campesinos. La señora Emilia era testigo de todos los acontecimientos de rari ruka. De pronto vi mi reloj y me di cuenta que ya eran las dos de la tarde, hora en la que me había comprometido a almorzar con la familia de la Sra.. Luisa en mi casa, le pregunte por la cuenta a la señora Emilia y esta me dijo que el primer desayuno lo invitaba ella pero que me comprometiera a pasar por lo menos una comida diaria en la hostería, ante tanto cariño no podía negarme y aceptar el compromiso.

Mi nueva casa era vecina de la Sra. Emilia, ósea quedaba a 500 metros de distancia pero sus sitios colindaban, cuando voy llegando veo que hay cerca de quince personas y doña luisa me presenta a su esposo, don Juan, Era un tipo de unos 48 años canoso, con una cara de campesino pícaro que lo delataba, el tipo me llevo hacia una esquina y me explico que me estaban esperando para matar el cordero y así tomar niachi (la sangre de cordero condimentada, que según la tradición campestre es afrodisíaca) a modo de bienvenida, yo acepte y ahí estaba entre puros hombres de campo tomando niachi y chicha de manzana, empezaba cada uno a contarme sus historias de prostitutas, de como habían llegado hasta acá, y de cuantos hijos repartidos por el campo de la novena región tenia cada uno. Lo que a mí mas me llamo la atención fue que ninguno de estos hombres conocía el mar, y tan solo uno conocía Santiago. Después de mucho conversar con todos los hombres, estaba invitado a matar un chancho, una vaquilla, un cordero, a cortar leña al bosque y a la trilla del trigo, al parecer el mes se me iba a hacer corto para tantos panoramas.

La primera semana fue muy monótona, a primera hora desayunaba en casa (leche al pie de la vaca, pan amasado, una taza de té, huevo, queso, todo dependía del día), la mañana la pasaba caminando por los altos, viendo copihues, palotes, moscardones y diversa flora y fauna de la zona; a la hora de almuerzo comia donde la Sra. Emilia, (cazuelas, carbonadas, y diversas sopas de entrada, pollo, carne, o verduras de segundo y una buena harina tostada con leche de postre), la tarde la pasaba aprendiendo a correr caballos, a fin de mes iban a realizar un rodeo en la zona y me estaban enseñando para ver si realizaba una collera con algun lugareño. Por las tardes noches me juntaba con los campesinos de la zona para probar las manos de la señora en la cocina de las distintas casas, por las noches ya en casa revisaba mis lecturas, y una que otra escritura, por lo general me dormía a esos de las doce o doce y media de la noche.

El tiempo se me pasaba rápido y no echaba de menos mi santiago querido, había realizado cientos de actividades en tres semanas y ya conocía a prácticamente a toda la población de rari ruka solo me faltaba hablar con alguien para llegar a la totalidad de la gente, se trataba de un joven pastor de ovejas, no pasaba de los 30 años, la gente decía que el joven no pronunciaba palabra desde la muerte de su abuelo, un yugoslavo que llego muy pequeño junto a su padre arrancando de las guerras, que conservo un terreno de 1 hectárea y que se hizo cargo de su nieto luego de la muerte de su hijo en las reformas agrarias. Que llegaba a la hostería de vez en cuando y doña Emilia siempre sabia lo que él quería, una cazuela y un jarro de vino, por otro lado se decía que desde Europa siempre llegaban cajas con diversas aguas ardientes (a nombre de su abuelo, pero en la oficina del correo se la entregaba al joven) que junto a la chicha de manzana que realizaba en su casa lo llevaban a ser un alcohólico solitario sin mas amigos que sus ovejas y sus manzanos. Don Juan me contó alguna vez que el joven llego a enamorarse de una de sus ovejas y que llevaba vida marital con ella viviendo en la misma casa con esta, por otro lado decían que entrado el invierno todas las ovejas dormían dentro de la casa de Wenceslao (Wenceslao tomicic se llamaba nuestro ermitaño pastor) o bien este dormía con ellas a la intemperie dentro de su borrachez.

Quedando tan solo dos días de mi estadía en rari Ruka decidí conocer a Wenceslao hablar con él y romper aquel hielo que este ponía ante toda la comunidad, para lograr mi objetivo me presente ante este con mi culera o petaca llena de vodka ruso, al llegar a su lado le acerque la culera y este la acepto, nos bebimos el vodka y este saco una botella de coñac que había recibido desde Europa (supongo, no me imagino que licor tan noble vendieran en rari Ruka) aquel día Wenceslao no dijo mas palabra que el hasta mañana del final del día, habían pasado 8 horas, en cuyas horas no habíamos pronunciado palabra, el hablaba con los perros y las ovejas en un idiomas de quejidos muy extraño pero estos le hacían caso en todo, como que supieran de memoria el trabajo, yo guarde silencio y lo acompañe durante sus caminatas y descansos.
Al día siguiente fui a buscar a Wenceslao a su casa y este me esperaba con una rica chicha de manzana, y me cuenta de sus aventuras junto al abuelo, de cuantos países conocía, de como era beber un vodka en la plaza roja nevada con 5 grados bajo cero, de lo bello que son los Balcanes y de sus muchas guerras, de cuanto le costo parar el huevo en la mitad del mundo en el ecuador, y tantas otras. Yo quede sorprendido con lo mucho que había viajado a su corta edad, era un tipo muy joven y ahí fue cuando vinieron mis prejuicios y me preguntaba de como este pobre pastor iba a conocer el mundo, si yo viniendo de una familia de clase media todavía no salgo de América. Su pasión y la forma en que recordaba sus aventuras me fueron convenciendo, y entusiasmando conversamos toda la mañana dejando a las ovejas a los ojos de los perros, ya era y mediodía debía asistir a un almuerzo despedida que me harían en la hostería al cual asistirá la gran parte de rari ruka, eran casi 50 invitados, las familia de todos aquellos que me habían acogido, para esto había comprado un cordero y 10 gallinas, el bebestible lo pondría la comunidad, emprendí camino sin antes invitar a mi nuevo amigo a la despedía, este se deshizo en excusas tales como que no era muy aceptado entre la comunidad y que no gustaba de las fiestas, después de discutir un poco lo logre convencer de que pasara al menos 15 minutos.

Una vez en la hostería y luego de haber pasado por mi casa a asearme y a cambiar ropa, comenzaron a llegar los invitados, y toda la gente me hacia una misma pregunta, camilo como has podido compartir conversación con Wenceslao?, yo simplemente no comprendía el asombro que les provocaba a estos mi amistad con el pastor y decidí no darle mayor importancia a los prejuicios de mis amigos y continuar con la fiesta, se hicieron muchos brindis, muchos regalos recibí y debo reconocer que hubo uno que particularmente me llamo la atención y me emociono, este fue el de don Américo, el hombre mas longevo del pueblo y cuyo paso de la historia se notaba solo por fuera ya que su memoria era superior a la de que uno puede encontrar en los historiadores o sus libros de historia, este hombre era testigo de los acontecimientos en los últimos 75 años en el campo chileno y especialmente en la novena región, Don Américo era hijo de un mapuche y una chilena, por lo que este mestizo tenia una fuerza interior increíble.

Así la fiesta prosiguió y prosiguieron brindis y demás, ya caía la noche cuando apareció Wenceslao por la puerta de la hostería, la gente se quedo callada por un segundo, me acerque y le di un abrazo a mi amigo, este me contó que en el invierno emprendía un nuevo viaje hacia Francia, que nos juntáramos el próximo año acá mismo y me deseaba sobre todas las cosas suerte. Por mi parte le invite a mi casa en su paso por santiago hacia Francia a lo cual se excuso por falta de tiempo. Nos despedimos y nos prometimos encontrarnos el próximo verano. La fiesta continuaba y le comente a doña Emilia del viaje de mi amigo hacia Francia y esta riendo me dijo”si este muchacho en invierno se encierra con sus ovejas”, a lo cual no le di importancia. Eran cerca de las 12 de la noche y yo debía salir a las seis de la mañana rumbo a cura cautín, la mayor parte de los hombres estaban borrachos y las mujeres ya se habían ido a dormir, los hombres querían llevarme a una casa de remolienda, a lo cual me negué, a lo cual decidieron retirarse cada uno a su casas y yo así mismo me dirigí a la casa de Sra. luisa a estas alturas ya era como mi casa.

Al día siguiente me desperté muy temprano a eso de las 5:30 de la mañana para dirigirme a la parada del bus con todas mis cosas, antes de salir de mi casa me despedí de mi familia postiza entre lagrimas para salir caminando en busca del regreso a santiago, grande fue mi sorpresa al encontrarme con Wenceslao y sus ovejas esperándome para regalarme 5 litros de su tan preciada chicha de manzana. El bus llego a eso de las 6 de la mañana para llevarme a mi primer destino antes de partir definitivamente a santiago, le prometí a mi nuevo amigo de volver para el próximo año con una botella del mejor ron. El viaje fue muy extraño, las doce horas hacia santiago las pase con un cosquilleo en la guata y con nostalgia de lo que iba dejando en el pasado.

Acostumbrarme al ritmo santiaguino luego de ese mes en rari ruka no fue difícil, ya que a todo momento y a cada día contaba lo poco que me quedaba para volver y encontrarme con todo ese cariño rural de aquel lejano poblado. El tiempo se paso rápido aquel año, y todos los años posteriores de trabajo, ya que siempre las ansias de volver a ver a mis amigos fueron mayores que los cariños que me podrían amarrar a pasar un verano en Santiago.

Desde el año siguiente siempre visite a rari ruka en febrero, y los lugares siempre se mantenían iguales, era maravilloso volver a un lugar y darse cuenta que los años solo pasaban para las personas y no así para el paisaje. Cada vez que volvía a pisar rari ruka todo era igual, la gente estaba igual o un poco mas vieja, era la misma trilla, la misma chicha y los mismos animales, el único que cambiaba con el tiempo gracias a sus viajes era Wenceslao. Todos los años tenia una aventura nueva que contarme, cada lugar que visitaba lo hacia cambiar un poco y el tipo siempre trataba de aprender el idioma del país que visitaba, francés, croata, alemán, mandarin, japonés, lenguas nativas etc. Siempre tenia una palabra nueva que enseñarme. Un día le pregunte con quien dejaba sus ovejas en sus viajes?, y este me respondió que lo acompañaban a donde fuera (siempre pensé que era motivo de su alcoholismo sus constantes desvariaciones), sin preocuparme demasiado continuamos la conversación sobre su ultimo viaje.
Así se nos pasaban los días y las semanas, nos encontrábamos para conversar y los días pasaban y los años así fueron pasando hasta hace un par de años, año en que en pleno invierno me llamaron desde rari ruka producto de un invierno muy duro, donde habían quedado aislados todos los habitantes y Wenceslao estaba extraviado en la nieve. Viaje inmediatamente a visitar a mi amigo, llegue en helicóptero a una zona totalmente diferente a la que visitaba año tras año, habían cadáveres de ganado por todas las chacras, todo era de color blanco y ahí entre medio de toda esa nieve se veía uno que otro humo desde alguna casa que tuviera suerte de tener leña para calentar sus casas y así olvidarse de este frió imperante. Logre encontrar a Wenceslao en el lugar donde siempre acudía a beber, estaba ahí solo con sus ovejas, y estas lo trataban de reanimar, las ovejas lo lamían como pidiéndole por favor que se levantara y continuaran su rumbo, Wenceslao no podía ponerse en pie, este sufría de hipotermia muy avanzada y lo único que me pidió fue que lo llevase a su casa, y que por favor lo acompañase en este ultimo viaje, me decía que este viaje debía ser el ultimo, que necesitaba de visitar aquellas tierras de donde habían venidos sus abuelos, que el se lo había prometido a su abuelo y debía cumplirlo. Nunca entendí nada, pero lo acompañe en todo momento y seguí sus instrucciones. Lo cargue en mi espalda y comenzamos nuestra peregrinación hacia su casa, nos acompañaron las ovejas, los perros, y uno que otro curioso. Una vez en su casa y habiendo dejado a todos los curiosos en el camino, me preocupe de prender la estufa y le ofrecí un mate para que calentara el cuerpo, ante lo cual me indico que lo llevara hacia el aeropuerto, yo trate en vano de explicarle que lo mejor era recuperarse antes de este viaje pero Wenceslao me pidió por favor que lo siguiera. Wenceslao se arrastro hacia una puerta que se abría desde el piso, y esta daba a una gran biblioteca llena de repisas y libros, ahí el tenia una chimenea, un sillón, espacio suficiente para sus ovejas y el lugar preciso para pasar el invierno. Fue ahí cuando me pidió que le llevara el tomo de la enciclopedia de lo interesante donde estuviera la letra “y”, una vez con esta en sus manos comenzó a leer lo referente a Yugoslavia, como un profesor le lee a su aula este le leía a sus ovejas y juntos comenzaban este viaje, y como dijo Wenceslao este fue su ultimo viaje, mi gran amigo Wenceslao murió en los Balcanes (en la pagina de los Balcanes) producto de una hipotermia. Era tan solo el segundo día de viaje, y mi amigo había muerto, yo seguí viajando con sus ovejas hasta conocer toda Yugoslavia, y continué viajando todos los inviernos con sus ovejas, dejándolas en verano al cuidado de la Sra. Luisa.