lunes, julio 31, 2006

Santiago en 100 palabras

Con motivo del concurso Santiago en 100 palabras me puse la meta de escribir cuentos cortos, algo bastante difícil, imaginar que en solo 100 palabras se puede escribir una historia o algo así con un desarrollo y un fin, que además sea entretenido, me costo bastante pero salieron 3 ideas que algo me gustaron y espero que también le gusten a ustedes. Acá van los tres cuentos míos, y dos mas que sirvieron de inspiración, uno de Eduardo berti y otro anónimo. saludos y recuerden comentar:

Fantasmas
"un hombre se me acerco en medio de la oscuridad y me pregunto lo siguiente:
-crees en fantasmas-dijo
-no- le conteste y el hombre desapareció"

Anónimo

100 palabras
"100 palabras, largas o cortas son 100 palabras, este Santiago, mi santiago no me cabe en 100 palabras, mi vida en este santiago no entra, es que santiago es mucho más, santiago se abstrae a estas cien palabras y toma vida propia, comprendiendo que una ciudad y sus vivencias constan de mucho mas de cien palabras, en fin las palabras escritas ya no las lee valdivia ni mucho menos caupolican, esa es nuestra base y nosotros su futuro, y como este debemos olvidar tan solo 100 palabras o muchas más sin duda...."
camilongicamente que yes

Un artista y su falsario
" Un famoso pintor italiano consiguió el teléfono del falsificador que, a su entender, lo imitaba con más talento y le propuso montar una exposición a dúo, denominada Un artista y su falsario . "Por esta vez", escuchó el imitador, "queda usted libre de copiar al dedillo y debe, en cambio, inventar cuadros que a los ojos del público sean dignos de confrontación con los genuinos".
. Temeroso de que la conversación fuera una trampa, que estuviera registrándose para ser empleada en su perjuicio, el falsario empezó por alegar que él jamás había copiado a nadie;pero tanto le atraía la perspectiva de codearse con un maestro, tanto le entusiasmaba poder crear con libertad, que al cabo de una consulta con su abogado aceptó el audaz convite, a condición de que sus cuadros no llevasen firma alguna porque -al decir del letrado- "cualquiera de las dos firmas posibles constituiría una suerte de admisión del delito". El pintor italiano aprobó al instante esta cláusula, hizo una oferta económica imposible de rechazar y le encargó once cuadros que correspondieran a su "etapa azul" o, si se prefiere, al estilo cultivado entre 1990 y 1996.
. Cuando llegaron las once obras apócrifas, el pintor ya había terminado las once originales y descubrió con sorpresa que un cuadro del imitador era muy similar a una de sus obras. De cara a la exposición, el parecido no constituía un problema;por el contrario, el pintor hallaba en él un atractivo. Lo que en realidad lo alarmaba era la superioridad del cuadro espurio, a tal extremo que hasta parecía resolver con total autoridad los problemas que anunciaba, timorato, el original.
. A la semana de inaugurada la muestra, el corresponsable anónimo concurrió a la galería. Lo hizo de incógnito, por consejo de su prudente abogado, y a punto estuvo de soltar un grito cuando vio, entre las once telas a la derecha ("los cuadros del falsario", rezaba un cartel), una que no era suya, y recíprocamente, entre las obras a la izquierda, aquella que suponía su mejor creación, coronada con la firma ostentosa del italiano. "

Eduardo Berti



"Mi abuelo desde siempre visito un bar en este antiguo barrio de santiago donde nació y creció mi familia. En dicho bar conoció a mi abuela y es ahí donde nace la historia familiar. Cierto día demolieron nuestro querido bar para instalar en su lugar una farmacia. Desde ese día esa farmacia fue la culpable de todos los males del barrio según mi abuelo, todos los días mi abuelo increpaba a la farmacia por cualquier motivo, un día la farmacia le salvo la vida, aun así mi abuelo la odiaba teniendo como excusa que esta lo había privado del paraíso."

Camilongicamente que yes

"Todos los días caminaba hacia mi escuela, justo 20 pasos antes de mi escuela había un hoyo en la vereda. Todos los días caminaba hacia mi escuela y sabia que una vez llegado al hoyo debía caminar 20 pesos y doblar a la derecha para ingresar a mi escuela. Llevaba 12 años siguiendo la misma rutina(en un principio fueron 31, a medida que crecía los pasos diminuían) hasta que un día me parece que taparon el hoyo, desde ese día que no regreso a mi escuela, y aun no termino mi cuarto medio."
camilongicamente que yes

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Güena Camilongi!!!!!!

Anónimo dijo...

asi que por eso te fuiste del cole?????