jueves, febrero 07, 2008

Carnaval

"Qué sabes de risas y baile,

si jamas pisaste un carnaval"


En mi pueblo no había época más feliz en el año que la de los carnavales, el carnaval era lo que esperábamos todos en el pueblo, los chicos y los grandes se disfrazaban y bailaban al son de la murga. Es que el sonido de los tambores no te dejaba hacer otra cosa que bailar, las mascaras te generaban una sonrisa que te hacia doler la mandíbula. En tiempo de carnaval nadie distinguía al rico del pobre, al bueno del malo, al lindo del feo y así todos en el pueblo bailábamos sin cesar hasta un martes de febrero.

Yo en el carnaval tengo mis mejores recuerdos, pero también el peor, desde aquel febrero de 1995 que no participo del carnaval y olvide a mi pueblo. Es que el carnaval de 1995 fue el mejor, el más preparado, se cumplían cien años desde el primer carnaval de mi pueblo y decidimos ahorrar dinero durante el año para que ese año el carnaval fuera el mejor jamás recordado de los carnavales. Hicimos bingos durante el año, vendíamos cosas en las plazas y además exigimos una cuota por cada familia para hacer de ese año un año inolvidable. Con mis amigos pedro y Adrián nos compramos trajes iguales para así ser los mejores platillos del carnaval.

Por otro lado llevaba 3 años saliendo con Carolina y al año siguiente pretendíamos casarnos. Carolina había sido elegida 3 años seguida reina y ese año desfilaban las reinas de la ultima década. Ella era la mujer más linda que he conocido en mi vida y sin lugar a duda era la mujer de mi vida, si no fuera por ese maldito carnaval del 95 quizás ahora estaría a mi lado. En el carnaval después del baile venia la bebida y después de la bebida tu te ibas con tu pareja a dormir por ahí para estar al otro día listos para entretener a los más chicos y las guerras de agua y challa se hacian importantes para pasar la reseca del carnaval. Ese año después de reír durante una semana completa y haber echo aquel viaje carnavalesco por todo el pueblo, una noche borracho me equivoque de mascara y me lleve a otra mujer para mi casa, hasta ahí iba todo bien pero cuando desperté al lado de angélica, la novia de Adrián, descubrí que el exceso había sido mucho y me avergonzaba de mi mismo. Con angélica hicimos un pacto de silencio y Adrián no se dio cuenta, pero la que se dio cuenta fue claudia y por despecho se acostó con pedro mi amigo de la infancia. A mi todo eso me lo contó en la tarde bebiendo Adrián, Adrián a quien yo le había robado a su mujer, me contaba la verdad. Cada trago de cerveza que bebía me hacia sentirme peor y que el rencor en mi fuera aumentando. Ya llegada la noche cogi un puñal y lo guarde en el cinto del pantalón, en medio de la murga y el baile me acerque hacia el desfile de reinas, y frente a todos le raje la cara a carolina gritándole en la cara “puta, eres una puta, una hija de mil putas”. Y con lo que llevaba me fui del pueblo. Supe por boca de mi madre que en el pueblo todos querían matarme porque el buen murguero sabe que nada se arregla en la mitad de un carnaval.

1 comentario:

Plinn dijo...

Para este carnaval me la jugué de pelele...

Mala idea...

Un saludo