viernes, noviembre 30, 2007

Loteria, o el caminar de Raul

Raúl caminó toda la vida por la vereda opuesta a la que camina la gente común y corriente, caminó siempre con dos perros y un carro en que llevaba sus cachureos y lo poco y nada que tenía. Desde niño vivió en la calle sin más planificación que el día a día, sin saber donde le iba a caer la noche, ni si al despertar iba a sentir frío o hambre. Raúl nunca robo para comer, ofrecía ayuda en los restoranes o lavaba autos en la calle para poder comprarse un trozo de pan y un litro de vino. Caminaba porque no le hallaba sentido el estar parado o detenido, recorría de extremo a extremo la ciudad en busca de quizás lo que todos buscamos, pero Raúl encontraba esa libertad caminando y durmiendo en distintos lugares. Cierto día Raúl encontró un boleto de lotería tirado en su vereda, lo guardo sin prestarle mayor importancia y siguió su camino. Pasaron las semanas y Raúl tuvo el boleto en el bolsillo, de pronto en su eterno caminar se le cruzo una agencia de lotería y decidió revisar el boleto, como ustedes pueden imaginar el boleto era el premiado. Raúl medito durante un mes lo que haría con los 60 millones de pesos que gano, pensó en comprar casas y autos, invertir en negocios o vivir de los intereses. Pero todo aquello le iba a privar aquella libertad ganada, así que decidió regalar el boleto. Le regalo el boleto a un vagabundo del barrio huemul, esté pensó que lo estaba molestando y lo acuchillo en cosa de minutos. Aquel boleto de lotería nunca fue cobrado y Raúl sangro durante 24 horas bajo la lluvia de santiago.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bonito....