viernes, marzo 27, 2009

semejanzas

Recuerdo haber escrito antes de lo bello que es olvidar. Ese olvido maravilloso del que nos hablo Borges en Funes el memorioso, ese olvido que nos hace pensar, olvido llano y sencillo.

Hace 6 años aproximadamente murió mi tía abuela Marta, la mujer que me crío, aquella que me vio dar mis primeros pasos (todo eso en conjunto de mis padres y demás filia en Gral.) lo particular es que dicha señora se convirtió en una abuela muy avispada, ya que donde ponía el ojo siempre puso la bala. Siempre sospecho ciertas cosas y la mayor parte de las veces fueron acertadas. Abrir sus cajones era meterse en el mejor persa de santiago, había de todo y de nada, mucho y poco, pero siempre nada parecido. Mi abuela Marta era una cachurera. Con los años y sus canas se expreso el Alzheimer, linda enfermedad que te regala el olvido, debo decir que siempre recordó a aquellas personas que la quisimos mucho.

6 años después un tal Samyro Chamberline expresa síntomas parecidos pero a sus tiernos 26 años. Al sentarse en una mesa a beber junto a sus contertulios comienza con sus pequeñas pero abismante predicciones, después de los primeros tragos uno se da cuenta que guarda todo, y por dios si abres el cajón de su escritorios conocerás a un verdadero cachurero. Pero sin duda lo que lo hace mas parecido a mi querida abuela marta, es que al día siguiente de la borrachera no recuerda nada más que tu nombre y con suerte el de él.

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