ay si la hubieras conocido

Tanta sonrisa,
Es que cuando se reía cambiaba todo,
Como que iluminaba el ambiente.
Siempre dispuesta a conversar,
A tomarse un tinto,
A empatizar un rato.
Ay si la hubieras conocido,
Amigas hubieran sido,
Como se hubieran reído,
Pero también habrían peleado,
Es quela hermana tenía su carácter,
Y que carácter,
Era como un clima tropical,
Podía ser el mejor día de sol,
Pero con una sola frase,
Una palabra mal dicha,
Algo que no le gustara,
Se nublaba todo y comenzaba la tormenta,
Pero nunca fue rencorosa,
Se le pasaba y con esa risa,
Ay con esa risa arreglaba todo,
Ay si la hubieras conocido,
Apasionada por sus cosas,
Apátrida, amiga y hermana,
Ay si la hubieras conocido.

Una noche en plaza de armas

Y a ellos no les importaba nada,
Jugaban futbol en plaza de armas,
Corrían como a estadio lleno.
Nosotros los únicos espectadores,
Sin importarnos nada.
Y mientras Santiago aletargado,
Sorprendido miraba el pleito,
Es que por primera vez
Fueron protagonistas los sin voz,
Los sin imagen, hasta los sin sueño
Jugaron un partido, rieron después de mucho tiempo.
Mientras la ciudad,
Ciudad que ignora a perdedores,
Aletargada nuevamente se hizo la lesa,
Pero nosotros los miramos,
Los miramos y reímos con ellos,
Celebramos sus goles,
Fuimos sus fieles espectadores.
Sus fieles locos espectadores,
Porque la locura es un instante,
Un maravilloso trance entre lo bello y lo alegre.
Lo aburrido es la cordura.

En el bar la unión.

En este bar oscuro,
Donde llegan los oficinistas,
Junior, jubilados, jóvenes conquistadores,
Nos emborrachamos todos, cada uno en su mesa,
Mientras afuera la ciudad furibunda destruye el alma del transeúnte.
Protegidos por una vidriera los borrachos brindamos.

Y es que en este bar se palpita la igualdad,
En medio de esta oscuridad,
Aparecen las bellas damas, los intelectuales y analfabetos,
El vino, la comida, es todo de la casa.
Mientras afuera la ciudad y su vorágine transan la sombra.
Protegidos por una vidriera los borrachos brindamos.

Es que en este bar oscuro,
La bohemia se vive de día,
Los aburridos, los ocupados y los ambulantes,
Todos tras su cañita apoyados en la barra.
Afuera la ciudad muerta de sed busca su lugar.
Protegidos por una vidriera los borrachos brindamos.

Y si los borrachos brindamos,
Discutimos, y nos peleamos,
Hasta nos traicionamos, eso sí! Nos perdonamos,
Porqué aquí dentro somos buenos muchachos,
Mientras en la ciudad la democracia agobia,
Protegidos por una vidriera los borrachos brindamos por esta anarquía.