jueves, abril 04, 2013

Desde el exilio






Comienzan los fríos en Santiago,
y así también mis preocupaciones
ay estoy tan lejos,
aquí exiliado de tu sonrisa.

El exilio es terrible,
ya lo sabrán compatriotas
que por años vivieron lejos de estas tierras,
pero estar lejos de tu sonrisa pecosa es indescriptible.

Que los fríos no amarguen tu sonrisa,
que no te frenen,
ni te encierren,
que simplemente no te congelen.

Espero que el invierno sea ínfimo
y luego aflore la primavera;
que las lluvias sean escasas,
y el astro rey caliente este terruño;
que las mínimas sean altas,
y las máximas superiores;
Que las nubes pasen rápidas,
que no hayan rayos ni truenos,
que el invierno solo sea un suspiro.

Desde mi exilio lucho contra el frio,
aunque me encante el invierno.
Yo que con la garuga me siento vivo,
que canto y bailo bajo la lluvia.
Abandono todos mis placeres
para que la pena invernal no te invada.
Espero pronto mi regreso,
y que este exilio sea anecdotario solamente.