Cuando mi creatividad esté a flor de piel, Cuando las manos se manden solas, Cuando las penas se apoderen de mi cerebro y me den ganas de ponerme la corbata (morir ahorcado), si a esto le sumas una resaca eterna y una sed olvidada hace varios dias, y si por dios tengo a mano unas teclas que suenen como ametralladora disparando letras en contra de la pantalla... solo ahí estaré escribiendo....
miércoles, octubre 31, 2007
Señorita imaginación
En estas paginas virtuales en que plasmo mis momentos más gratos junto a ti, quisiera rogarte o acaso tal ves exigirte desaparecer un sueño recurrente en el ultimo mes de octubre. Quizás fue producto de la gran cantidad de alcohol ingerido en la post de mi cumpleaños número 26, o a lo mejor es que no se diferenciar entre amistad y coqueteo, pero lo cierto es que en las noches siguientes a aquel día viernes ha sido recurrente toparme con cierta damisela mientras morfeo me abraza . El problemas no es que lo narrado quede tan solo en sueños, sino que aquella señorita que comparte tus confines entre mis dos sienes a quien denomino cariñosamente "cabecita loca" a confundido los sueños con la realidad y más de alguna vez a enredado a un compatriota de tus limites al cual llamaremos "el sentimental del cuerpo", aquel pobre infeliz se ha confundido y se ha desilusionado en más de una ocasión trayendo para si una gran pena y llevando a quien le suscribe a beber más de lo necesario creyendo que a través del alcohol olvidara todo lo relatado. Comprendiendo que usted más que un ser racional es un ser sentimental y apelando a los años que nos conocemos, espero usted borre de mi y de todos los nombrados la confusión explicita acá narrada, se despide desde ya.
su mayor cómplice y eterno agradecido de vuestras influencias.
camilongicamentequeyes...
lunes, octubre 29, 2007
vida risueña
miércoles, octubre 24, 2007
Recuerda lo olvidado
Desde siempre he tenido buena memoria o más bien presumo tener buena memoria, ya que a nivel familiar es una de las mas avanzadas, pero no es gran merito ya que en mi familia el alzhaimer es pan de cada día. Hace un tiempo decidi jugar a olvidar las cosas importantes que me ocurrían en el día o la semana, la verdad el juego pronto lo olvide y seguí recordando todo como antes.
1.-Tal vez sea el primer recuerdo que mantengo y casi nadie lo cree. Resulta que cuando tenia dos años aproximadamente se matrimonio mi tío manolo con mi tía Lorena. Recuerdo caminar por un gran salón, que tal ves haya sido una iglesia, de la mano con mi hermano.
2.- Este recuerdo se me vino a la mente durante todo el día, quisas porque ya no hago lo que antes hacia o por el anhelo de aquellos tiempos, pero lo cierto es que es el responsable del post. Recuerdo estar jugando fútbol con mis compañeros de curso en la plaza ossandón y como al jardinero no le gustaba nos tiraba agua con una manguera, lo divertido es que hacían al rededor de 30 grados de calor.
3.- Este recuerdo lleva parte del recordar y el olvidar, ocurrió hace un par de semanas en la casa de un amigo o más bien al día siguiente de estar en su casa. Este es algo que me ocurre bien seguido producto de la resaca. Recuerdo haber coqueteado con una mujer, invitarla a bailar y que al parecer me gustaba un poco, pero no recuerdo a ella.
Yo creo que el olvido es lo querido, lo anhelado, lo que uno quiere que vuelva, porque lo que uno recuerda nunca es tan querido como aquello que ya olvido y trata de recordar. Al momento de recordar lo olvidado este cambia de estado y nunca volverá a ser igual a cuando fue olvidado.
1.-Cierta vez volviendo hacia mi hogar desde el colegio me olvide del bolso de educación física en la micro y cuando lo recordé nunca volvió a ser el mismo, más bien lo que consiguió mi recuerdo fue un regaño de parte de mis padres.
2.- En una sala de clases dando un examen se me olvido la respuesta de cierta respuesta. Sin duda ese olvido lo anhele más que todo lo que recordaba en ese momento, la respuesta no llego y el recuerdo de aquel olvido lo mantengo intacto en el baúl de los recuerdos.
3.-Cuando un hombre o mujer casad@ se encuentra con alguien del sexo opuesto que le atrae daría todo lo recordado por olvidar que es casado para poder firtiar con el nombrado, al no poder olvidarlo le entra un sentimiento de culpa que jamas olvidara. *
*el ultimo caso demuestra la teoría del querer olvidar y de que el olvido es lo más amado y apetecido.
Chalupas hause
Uno siempre piensa en dejar el nicho de los padres y así iniciar una nueva vida, uno soló lo hace por madurar o algo parecido, en mi caso ocurrió hace como tres años y la verdad es que fue un paso duro pero que nunca olvidare ese día. Fue un primero de enero con una buena resaca cargando mis cosas para la nueva casa que compartiría con un par de amigos y que aún no la conocía. Como olvidar aquella primera vez que metimos la llave y giramos la cerradura ... de pronto nos encontramos con nuestra casa, era el segundo piso de una casa, subimos las escaleras y ahí estaba la nueva morada. Para mi era extraño ya que toda la vida había vivido en la misma casa con mis padres, abuelos y tíos. Recuerdo como nos repartimos las piezas y como llegamos con un par de colchones y un poco de ropa nada mas a habitar un monstruo, que es lo que significa una casa, nosotros con lo que teníamos alcanzaba para una carpa. Ese día por la tarde cuando volví a la antigua casa, mi padre me pedía entre lágrimas una explicación por la traición que había cometido, le explique lo que me pasaba y lo invite a conocer. Que bonito fue por primera vez traer a mis padres, hermanos, tíos y primos a mi casa, y así también llego la primera noche, con el otro camilo durmiendo en su pieza, y con vikingo y yo durmiendo en el living de la casa.... si supieran lo que pasa cuando escribo esta historia...
Y así fue como empezamos a habitar chalupas hause, nuestra primera casa de independientes, la casa donde tres mosqueteros iniciaron su emancipación. Bautizamos el hogar como chalupas, porque cuando nos dijeran upa nosotros siempre responderíamos "chalupas". Nuestra casita de a poco fue tomando forma y en chalupa hubo más de algún cambio de fundador. Si chalupa hablara, se espantarían hasta los espíritus, pero en chalupa se guardan secretos de distintos encuentros, desencuentros, amores y rencores, de nuestras creencias, religiones y eregias. Es que a quien haya vivido en chalupa esta nos marco a fuego, fue como un volver a nacer. Y no porque yo escriba estas lineas chalupa esta muerta, esta más viva que nunca, dicen los de ramon puelma que ya no hace tanto ruido esta vigorosa casa de unos amigos, pero que cada día que pasa abraza a los que duermen en ella.
jueves, octubre 18, 2007
el coqueteo!!!
martes, octubre 16, 2007
Amor de colores
texto de Carlitos Carvajal el entrañable amigo que nunca tuve y solo imagine.
Fe de erratas
"Gracias Camilo por escribir.
Lo que pretendíamos al escribir a las 350 páginas en que econtramos el texto era proteger la firma de Galeano.
En cuanto a nosotros, nos sentimos conformes con que el texto circule por la red aunque no lleve la firma correspondiente.
Lo importante es el mensaje.
No cobramos por esto, los textos han estado, están y estarán a disposición de quien los quiera levantar con la única condición de no modificar el contenido.
Sabemos que lo modifican y es imposible "corretearlos" por la red, así que lo único que hacemos es solicitar (por el buen nombre de ellos) que no aparezca la firma de ningún escritor conocido al pie ( ha sucedido muchas veces)
Me alegro que compartamos los conceptos de la crónica y te invito a conocer la página (http://marcianoduran.com.uy) donde aparecen decenas de crónicas similares a de referencia.
Un abrazo uruguayo y marciano"
Para terminar el post no me queda mas que decir que lo respondido por el amigo marciano no es
mas que la continuación del tan mentado articulo.
miércoles, octubre 10, 2007
el cumpleaños y la vida desechable
y bueno como así pasan los años, uno siente que el tiempo pasa, que las cosas ya no son como antes, que yo en particular quisiera que la vida fuera distinta y un montón de pensamientos que no sirven para nada más que alimentar nostalgias y amor hacia el tiempo pasado... en eso estaba cuando por medio de un mail de mi querido padre me llego un texto del gran Eduardo Galeano, y que aunque no tenga más de 40 años como dice el antes las cosas no eran tan desechables, asi que en el salsayron de hoy ya que la creatividad no esta a flor de piel como quisiera los invito a leer este articulo de galeano y la vida desechable :
Por qué todavía no me compré un DVD, por Eduardo Galeano
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los críos. Los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales). ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables!
Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores. Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad.
¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto.
Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida. ¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.
¡Nos están fastidiando! ¡¡Yo los descubrí. Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike? ¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommiers casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad. El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!! ¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de........... años! Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII). No existía el plástico ni el nylon.
La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban.
De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor.
Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo' pasarse al 'compre y tire que ya se viene el modelo nuevo'.
Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con
el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo)
Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar(porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita.
¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto.
Y guardábamos. ¡¡Como guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!!
¡Guardábamos las chapitas de los refrescos! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!
Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus.
Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón.
Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar. Tubitos de plástico sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón.
Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor.
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables.
Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave.
¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables.
¡¡Los diarios!!
Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver!!. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos. Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'este es un 4 de bastos'.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa (broches) y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada. Ni a Walt Disney.
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas.
Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se tansformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos.
Ah¡ No lo voy a hacer!
Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.
Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer..
No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.
No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares.
De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.
Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado.
lunes, octubre 01, 2007
adios a los bellos 25
si me ves caminando medio torcido,
como que el mundo me moviera el piso,
si me ves abrazado a mis amigos,
como agradeciendo ser uno de ellos,
o si me topas en la agonía de una borrachera,
tu también con un par de copas de más.
cuida de no mostrar tu bella sonrisa,
que cuando ando celebrando no respondo por mis actos.